(No) Hablar por hablar

Me encanta escuchar RNE los fines de semana por la mañana. Hay un programa los sábados y domingos de 8h a 13h (una hora menos en Canarias jeje...), No es un día cualquiera, que me entusiasma. Uno de los motivos es que aboga por el uso correcto de la lengua española. Otro es que trata con seriedad y humor, según sea preciso, los temas que aborda. Tienes la sonrisa asegurada, en ocasiones la carcajada, en esas cinco horas que dura. Los oyentes de este programa no son oyentes, sino escuchantes. A buen entendedor... :)

También me encanta cuando la gente dice algo cuando habla. Hay que saber hablar, para hacerlo. Si no, lo mejor es quedarse callado. A hablar se aprende escuchando. También -esto lo aprendí de un antiguo noviete- hay que saber en qué momento hablar. Esto es muy importante. Puedes tener algo vital que decir que, si no lo haces en el momento oportuno, pierde el sentido. Entonces, para hablar hay que tener paciencia.

En definitiva, si uno que me encanta No es un día cualquiera, con que agradezco echarme unas risas y adoro aprender de lo que escucho, me quedo con un fragmento del programa en el que el colaborador Juan Carlos Ortega narra este cuento con moraleja, "La veloz mente de Santiago"***.


*** Es un fragmento de 6:38 minutos de programa. El cuento empieza en el minuto 1:40 y dura menos de dos minutos. Recomiendo escuchar el fragmento completo pero si tienes prisa, salta al cuento directamente :)

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