Coger el móvil mientras se conduce duele

Yo era de las que pensaban que estas cosas ocurren a otras personas, que controlo cuando conduzco y que tengo cuidado. Era como tú, que piensas que pegarte una hostia por coger el móvil o cambiar de emisora sólo les ocurre a unos cuantos pardillos.

Esa era yo y ahora me he pasado al bando de los pardillos. En el saco de segundos de mi vida había un par de ellos, sólo dos, de los que consiguen que te salgas de la carretera mientras agarras el móvil del asiento de al lado. Había dos segundos de esos y ya los he gastado.

Estos dos segundos que os digo a veces se quedan en eso, dos segundos que te pegan un buen susto, te ponen el corazón a mil y piensas "joé qué susto, prometo no volver a coger el móvil mientras conduzco". Y hasta la próxima.

Otras veces los dos segundos del susto vacían de cuajo el saco entero de segundos. Quizá ocurra algo más entre medio, eso no lo sabremos más que por las noticias o por la esquela del periódico.

Finalmente hay ocasiones en que los dos segundos del susto preceden a un puñado de segundos más que duelen un huevo. Yo estoy en este grupo y puedo decir que soy afortunada a pesar de que duela de cojones. Soy afortunada porque lo estoy contando y porque duele, precisamente. Podría no sentir nada o podría estar en el grupo de los segundos vacíos, que cada uno decida qué es peor.

Sin entrar en detalles, mis dos segundos de distracción han conseguido postrarme a una silla durante un mes, luego otro más con muletas y sin apoyar un pie, y luego otros tres o cuatro meses de rehabilitación. Por ende, mis planes que todos conocéis se ven frustrados.

¿Lo positivo de todo esto? Primero que lo estoy contando, por lo tanto sigo teniendo un saco lleno de segundos; segundo que me duele, lo que significa que se curará; tercero que ahora sabré cómo utilizar mejor los segundos que me quedan; cuarto que quizá esto cale en ti y haga que te salgas del bando de los pardillos (es que ahora pienso que los pardillos son los que creen que están exentos).


Y ya en otro orden, aquello que sea lo que insiste en frustrar mis planes una y otra vez, si lee esto, que sepa que no lo va a conseguir, porque me rodea un puñado de gente que vale oro y que me da una fuerza sobrehumana para seguir.

Gracias familiares y amigos, porque sin vosotros no podría ;)

Comentarios

  1. Hola! Me dejaste un supercomentario en una entrada de mi blog, me podrías pasar una dirección de e-mail para intercambiar opiniones y contestarte al comentario? Puedes ponérmelo en cualquier entrada de mi blog, no lo publico y ya está :)
    Saludos, Cris.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares